En este vídeo se puede evidenciar la aparición del lenguaje a través del tiempo y las formas de comunicación que se presentan en los niños.
lunes, 26 de mayo de 2014
Desarrollo del lenguaje
En este vídeo se puede evidenciar la aparición del lenguaje a través del tiempo y las formas de comunicación que se presentan en los niños.
viernes, 16 de mayo de 2014
DESARROLLO DEL LENGUAJE
LENGUAJE, PENSAMIENTO Y CEREBRO
A
través de investigaciones se
sabe que cuando una persona ya
ha aprendido un idioma y a continuación aprende otro nuevo, el área cerebral
donde se guarda este último queda un poco apartada del área dedicada a
almacenar el primero. Por el contrario, si los dos idiomas se aprenden a la
vez, se depositan juntos en la misma área del cerebro.
Corresponde
al pie de la tercera circunvolución frontal del hemisferio izquierdo, muy cerca
del área de la cara del homúnculo motor (área
44), pero existen otras zonas relacionadas (Pérez, 1998); en el modelo de
Mesulam abarca:
Area
44 (córtex premotor).
Córtex
premotor: área 6
Córtex
heteromodal frontal: 45, 47 y 12
Se
encarga de la producción de
movimientos relacionados con el habla.
La lesión
de esta zona produce afasia de broca: disminución marcada de la fluencia
verbal, trastornos de pronunciación (disartria), incapacidad de repetir,
comprensión conservada.
Sustenta
la función sintagmática:
polo sintáctico articulario de la red neural para el lengujae.
Constituye un nódulo para la transformación de las representaciones neurales de
las palabras (originadas en el área de Wernicke y en otras zonas cerebrales) en
las correspondientes secuencias articulatorias.
Secuencia
fonemas, morfemas e inflexiones en las palabras.
Secuencia
las palabras en frases.
Actúa
sobre la sintaxis. Ordena y organiza la pronunciación de las palabras
seleccionadas por el área de Wernicke.
La lesión
del área de broca comporta trastornos en la producción, más
dificultades en la comprensión de frases en las que el significado sea
dependiente del orden de las palabras y del significado de las preposiciones.
Suele acompañarse de hemiplejía derecha.
ÁREA DE WERNICKE
(Un área general de interpretación).
(Un área general de interpretación).
Las áreas
de asociación somática, visual y auditiva se reúnen entre sí en la parte
posterior del lóbulo temporal superior, donde convergen los lóbulos temporal,
parietal y occipital. Esta zona de confluencia entre las distintas áreas de
interpretación sensitiva está especialmente desarrollada en el lado dominante
del cerebro (el lado izquierdo en casi todos los diestros) y ocupa
el lugar más importante entre todos los elementos de la corteza
cerebral con vistas a alcanzar los niveles de comprensión más altos del
funcionamiento cerebral que llamamos inteligencia.
Por ello, esta región ha recibido diferentes nombres indicativos de su
importancia prácticamente global: el área interpretativa general, el área
cognoscitiva, el área del conocimiento,
el área de asociación terciaria, etc. El más conocido es el área de Wernicke,
en honor del neurólogo que describió por primera vez su especial trascendencia
para todos los procesos intelectuales.
(Guyton & Hall, 2006).
El área
de Wernicke corresponde a las regiones posteriores de la primera circunvolución
temporal, y alcanza zonas parietales adyacentes, especialmente el giro angular
(Pérez, 1998).
Tercio
posterior del giro temporal superior. Parte posterior del área 22.
Al córtex
de asociación auditiva de la zona posterior del giro temporal superior se le
añaden las zonas adyacentes de las áreas heteromodales 37, 39 (con papel
en la lectura),
40 (giro supramarginal).
Sustenta
la función paradigmática: área del polo semántico - léxico de la red del lenguaje.
Selecciona las palabras más adecuadas (Pérez, 1998).
Input: convierte las secuencias
auditivas en representaciones neurales de las palabras. Luego se desencadenan
las asociaciones que subyacen al significado.
Output: Vía final común para la
transformación de los pensamientos en
las palabras que se corresponden con el significado subyacente. La lesión
altera la asociación de las palabras con los pensamientos y produce un habla
vacía.
Los tipos
de pensamiento que pueden aparecer abarcan complejas escenas visuales que
podrían recordarse de la infancia,
alucinaciones auditivas como una pieza musical específica, o incluso una frase
pronunciada por una persona concreta. Por esta razón se cree que la activación
del área de Wernicke es capaz de evocar patrones de memoria complejos
que entrañen más de una modalidad sensitiva, aun cuando la mayor parte de los
recuerdos particulares puedan estar almacenados en otros lugares. Esta idea
encaja con la importancia que tiene esta área para interpretar los significados
complicados presentes en los diferentes patrones de las experiencias sensitivas
(Guyton & Hall, 2006).
La lesión
en esta zona produce afasia de Wernicke, caracterizada por pérdida masiva de la
comprensión (sordera verbal), incapacidad de repetir, habla fluida pero llena
de parafasias, que la hacen incomprensible.
Existen grandes dificultades para la lectura, proporcionales a la afectación del giro angular. Tras una lesión grave en el área de Wernicke, la persona afectada podría oír perfectamente bien e incluso reconocer las diversas palabras, pero aún así ser incapaz de organizarlas en un pensamiento coherente. En este mismo sentido también puede ser capaz de leer palabras en una página impresa, pero no de identificar el pensamiento encerrado en ellas (Pérez, 1998).
Existen grandes dificultades para la lectura, proporcionales a la afectación del giro angular. Tras una lesión grave en el área de Wernicke, la persona afectada podría oír perfectamente bien e incluso reconocer las diversas palabras, pero aún así ser incapaz de organizarlas en un pensamiento coherente. En este mismo sentido también puede ser capaz de leer palabras en una página impresa, pero no de identificar el pensamiento encerrado en ellas (Pérez, 1998).
Las áreas
de Broca y Wernicke, están implicadas en los aspectos expresivos motores y
receptivo - sensoriales del lenguaje oral y escrito (lectura y escritura).
También
forma parte de los sistemas neurales
para las praxis y la memoria verbal.
Existen
otras estructuras necesarias
para el lenguaje, así como sus conexiones con el resto del sistema para
el lenguaje:
FASCÍCULO ARQUEADO.
Es un haz
de fibras que conecta el área de Wernicke con el área de Broca, vehiculizando
la expresión verbal del lenguaje. Conecta el córtex temporal, parietal y
frontal bidireccionalmente. Forma parte de la red necesaria para ensamblar
fonemas en morfemas, operación imprescindible para la vocalización o la
expresión interna de una palabra (Pérez, 1998).
Su lesión
produce afasia de conducción, caracterizada por incapacidad para repetir
lo oído,
con habla fluida y conservación de la comprensión.
Cuando
se oye una palabra (a) la sensación procedente del oído es recibida en la
corteza auditiva primaria. Pero la palabra no puede comprenderse hasta que la
señal es procesada en la cercana área de Wernicke. Si la palabra ha de
pronunciarse se ha de transmitir una representación de ella del área de
Wernicke al área de Broca a través de un haz de fibras nerviosas denominado
fascículo arqueado.
En el área de broca la palabra evoca un programa detallado para la articulación que es posibilitada por el área de la cara de la corteza motora. A su vez la corteza motora dirige los músculos de labios, lengua, laringe, etc.
En el área de broca la palabra evoca un programa detallado para la articulación que es posibilitada por el área de la cara de la corteza motora. A su vez la corteza motora dirige los músculos de labios, lengua, laringe, etc.
Cuando
se lee una palabra escrita (b), la sensación se registra primero sobre la
corteza visual primaria. Se cree que luego pasa al giro angular que asocia la
forma visual de la palabra con el patrón auditivo correspondiente en el área de
Wernicke
GIRO ANGULAR.
Corresponde
al área 39 de Brodmann. Constituye un relevo entre las zonas auditivas y
visuales.
Su
lesión desconecta los sistemas implicados en el lenguaje auditivo y visual,
alterando las lecturas y otras funciones.
ÁREA MOTORA SUPLEMENTARIA.
Corresponde
a la zona premotora superior y medial, a la parte interhemisférica del área 6.
La
lesión del área suplementaria izquierda provoca una afasia motora
transcortical, caracterizada por escasa fluencia y preservación de la
repetición. Aparece acinesia y mutismo. Se altera la motivación para
la comunicación (Pérez,
1998).
El
área motora suplementaria presenta importantes conexiones con el estriado.
Parece ser una zona de "inicio del habla".
OTRAS ZONAS CORTICALES.
Las áreas
heteromodales de asociación temporoparietal son cruciales para los procesos de
enlace de las palabras con su significado.
El córtex
prefrontal heteromodal participa en la recuperación de palabras desde sus
categorías supra ordinadas.
El
hemisferio derecho interviene en los aspectos prosódicos y paralingüísticos.
ÁREAS SUBCORTICALES QUE INTERVIENEN EN EL LENGUAJE.
Tálamo.
Existe un
mecanismo talámico que modula específicamente el recuerdo de la INFORMACIÓN verbal.
Algunos
núcleos talámicos son clave para el lenguaje, especialmente los anterolaterales
izquierdos. La afasia es logorreica (elevada fluencia) con conservación de la
repetición.
Aparecen
alteraciones similares de la afasia de Wernicke.
Las
lesiones del tálamo izquierdo alteran la memoria verbal y pueden provocar
síndromes afásicos.
Núcleo
caudado.
Esta zona
es esencial para el procesamiento del lenguaje, y está conectada con áreas
corticales relacionadas con audición, movimiento,
memoria, toma de decisiones y emoción. Tiene un papel central en el aprendizaje de
hábitos (procedimental). Forma parte del sistema necesario para el
procesamiento automático de estructuras de frases empleadas frecuentemente.
La lesión
de la cabeza del núcleo caudado izquierdo afecta a la expresión verbal y
escrita, especialmente a su coherencia y organización.
Lesiones
en la cabeza del núcleo caudado izquierdo y de la sustancia blanca en el brazo
anterior de la cápsula interna provocan afasias con rasgos de diversas afasias
clásicas.
Además
del nervio vestíbulo coclear, los nervios craneales implicados en el lenguaje
son:
El
nervio vago: es un nervio mixto y se distribuye de manera muy
amplia en cabeza, cuello, tórax y abdomen. Sus fibras motoras se originan en un
núcleo de la médula oblongada y terminan en los músculos de faringe, laringe,
vías respiratoria y corazón;
esófago, estomago, intestino delgado, intestino grueso y vesícula biliar (Tortora,
1984).
El
Hipogloso: también es un nervio mixto. Sus fibras motoras
tienen origen en un núcleo de la medula oblongada, atraviesan el hipogloso e
inervan los músculos linguales; estas fibras transmiten impulsos relacionados
con la articulación del lenguaje y la deglución. La lesión del hipogloso da
como resultado dificultad para la masticación, articulación del lenguaje y la
deglución. Al llevar la lengua hacia delante esta se desvía hacia el lado
afectado mismo que experimenta atrofia.
El corte
de ambos nervios en la porción superior del cuerpo interfiere con la deglución,
origina parálisis de las cuerdas bucales e interrumpe la transmisión de
sensaciones provenientes de muchos órganos (Tortora, 1984).
ALTERACIONES DEL LENGUAJE.
Las
alteraciones del lenguaje, se originan por lesiones en los centros de control o
producción del lenguaje, entre ellas se conocen la afasia, disartria y
diprosodia.
Afasia.
García,
López, Sánchez y otros, 2004, específicamente Sánchez Barbero, indica que el
término afasia define cualquier alteración en la percepción y/o
expresión del lenguaje, como consecuencia de una lesión cerebral. Sánchez
manifiesta que dependiendo de la localización de la lesión y su extensión
existen varios tipos de afasia, tal como se describen a continuación.
Tipos
de Afasia.
Una forma
práctica de describir las afasias es entendiendo la localización de la lesión.
Afasias Puras.
Esta
denominación se emplea para describir aquellas afasias que afectan
exclusivamente a la capacidad de recepción o a la expresión del lenguaje
hablado o escrito. Entre las que figuran la alexia sin agrafia, la agrafia, la
sordera pura y la anartria.
Alexia sin agrafía: afecta únicamente a la
lectura, sin alteración de otras funciones verbales.
Agrafía: afectación exclusiva de la
escritura, manteniendo con normalidad la capacidad de lectura y el lenguaje
oral.
La sordera verbal pura o
enfermedad de Lichtheim: se presenta cuando
hay una desconexión entre las áreas relacionadas con la interpretación de los
sonidos verbales, el área auditiva primaria y el área de Wernicke. El paciente
oye lo que se dice pero no lo comprende porque es incapaz de traducir el contenido
del mensaje. No obstante se conserva el lenguaje escrito, la capacidad de
lectura y el lenguaje oral.
La anartria Pura: se corresponde con un
síndrome fonético – articulatorio que dificulta la expresión, sin sufrir
alteración de la comprensión, la lectura y la escritura. Su correlativo
anatómico es una desconexión entre el área de Broca y las áreas motoras
primarias dinamizadoras del movimiento de los órganos fono articulatorios.
En
Alteraciones de la expresión verbal las lesiones más frecuentes son aquellas
que tienen que ver principalmente con la afectación de la expresión verbal, de
origen sensorial o motor y que repercuten en menor o mayor grado sobre la lectoescritura.
Según García, López, Sánchez y otros, 2004; dos de las más estudiadas son las
afasias de Broca y Wernicke.
Afasia de Broca.
Conocida
también como afasia verbal, afasia motora o eferente, afasia no fluida,
afasia de expresión o afasia anterior, se origina por una lesión en la
parte posterior de la tercera circunvolución frontal izquierda que se
corresponde con el área 44 – 45 de Brodmann o área de Broca. La lesión de esta
área que junto con el área 40 del lóbulo parietal, participa en la coordinación de
los movimientos de los órganos fonoarticulatorios, da lugar a
movimientos desorganizados (apraxia) que entorpecen la expresión oral.
En esta
afasia, se presentan dos fases: "fase aguda" en la
que tras una hemorragia, trombosis o traumatismo cerebral, se caracteriza por
la suspensión total del lenguaje espontáneo. "fase de estado",
conforme la persona se recupera, inicia un lenguaje característica de reducido
vocabulario y con graves problemas sintácticos:
emisión de frases sencillas y cortas, casi telegráficas, utilizando sólo
aquellas palabras imprescindibles, nombres y adjetivos en singular, verbos en
infinitivo y supresión casi completa de artículos, preposiciones, conjunciones,
etc.
Aquellas
personas afectadas si son conscientes de su enfermedad emplean una expresión
verbal lenta y premeditada, lo que unido a su dificultad articulatoria hace que
repita palabras, frases y exclamaciones sobre aprendidas (estereotipias
verbales), a veces sin sentido, para manifestar cualquier idea o sentimiento.
La
alteración de la comprensión auditiva es mínima respecto a la expresión. Más afectada está
la comprensión del lenguaje escrito y la expresión escrita, en ocasiones
abolida o reducida a sencillas estereotipias gráficas como
cruces o círculos. Así también la afasia de broca se ve acompañada de una baja
capacidad para denominar objetos, que pueden mejorar si se le dan pautas
fonéticas o de contexto. Acompañando las manifestaciones lingüísticas, la
afasia motora se presenta acompañada de dificultades para realizar movimientos
bucofaríngeos que pueden dificultar la deglución.
Afasia de Wernicke.
Conocida
también como afasia acústica, sensorial, receptiva o sintáctica y se debe a la
lesión de la zona posterior de la circunvolución temporal superior izquierda,
área 22 de Brodmann o área de Wernicke. Por ser un área perceptiva su lesión
origina una agnosia referida a la información verbal; el paciente oye pero no
comprende las palabras.
En este
tipo de afasia falla la identificación del sonido con
los fonemas correspondientes y la asociación de los fonemas con su significado,
es decir fallas la estructura básica
de la propia lengua, el lenguaje interno, aprendido mediante la asociación
sonido-fonema. Resulta de ello la falta de comprensión verbal y la incapacidad
para transformar los sonidos en un habla coherente. En la emisión oral se
confunde las características fonéticas, tanto por problemas de selección como
de control, cometiendo frecuentes equivocaciones que afectan a un fonema dentro
de una palabra (parafasia literal o fonémica) o de palabras
completas (neologismos), que originan una jerga propia sin sentido. La
persona no es consciente de sus errores (anosognosia) y al contrario que
el afásico de Broca se muestra cordialmente
"dicharachero".
La afasia
de Wernicke está acompañada de errores en la escritura similares a los del
lenguaje verbal, así como alteraciones en la verbalización de la lectura y en
la comprensión de lo escrito.
Afasias de conducción.
Cuando
las alteraciones del lenguaje se originan por la interrupción de las fibras que
conectan dos centros corticales diferentes.
Afasia Central o afasia
motora aferente: por
lesión de las fibras arqueadas del fascículo longitudinal superior que unen el
área sensorial de Wernicke y el área motora de Broca. La característica
principal es la dificultad para la repetición de lo que se oye y se comprende
perfectamente, en casos graves hay la imposibilidad de repetir simples fonemas.
Alexia con agrafía: Surge de la desconexión
entre el área de wernicke y el área 39 o de Déjerine. La persona oye y entiende
lo que se dice, pero se rompe la asociación aprendida grafema – fonema, lo que
dificulta tanto la lectura de letras y números, como la escritura donde se
observa desorden de palabras y frases dentro del espacio escritural (escritura
torcida, alteración de los márgenes, etc.). En su manifestación más aguda se
anula totalmente la capacidad de leer y escribir y no es infrecuente que estos
trastornos se entremezclen con parafasias y anomias.
Afasias marginales o
transcorticales.
Hablamos
de aquellas lesiones que afectan los bordes o los márgenes de los centros del
lenguaje, aislándolos del resto de la neocorteza, sobre todo prefrontal, y se
dividen en dos grupos,
afectación a las áreas posteriores (afasia sensorial transcortical) o a las
áreas anteriores (afasia motora transcortical).
Afasia sensorial
transcortical: hay
una expresión oral y de repetición normales que permiten un lenguaje fluido, a
veces ecolálico, pero con una pobre comprensión de lo que se dice. Sus
características son similares a los del afásico de wernicke, pero con
conservación de la comprensión auditiva, porque la falla es el paso del
significante sonoro al significado.
La lectura es casi normal, incluso en voz alta, si bien está afectada la comprensión de lo que se lee. La escritura conserva los grafismos normales, pero es mejor la realizada al dictado que la espontánea.
La lectura es casi normal, incluso en voz alta, si bien está afectada la comprensión de lo que se lee. La escritura conserva los grafismos normales, pero es mejor la realizada al dictado que la espontánea.
Afasia motora
transcortical: denominada también adinamia verbal, afasia dinámica o
síndrome de aislamiento anterior: se caracteriza por la falta de iniciativa
para la expresión oral o escrita espontánea, llegando en los casos graves a un
mutismo total. Contrario a la afasia transcortical sensorial, en la motora hay
una dificultad para pasar de los significados (conceptos) a los significantes
(palabras), aunque la comprensión de los sonidos verbales y de los grafemas
leídos son normales y la repetición buena, si bien a veces es ecolálica.
Dentro de
la afasia transcortical motora se presenta una variante que es la afasia
anómica, amnésica o semántica, se
presenta por lesión difusa o parcial de las áreas 37 y 39; su síntoma clave es
la anomia, que acompaña a la mayoría de las afasias.
Hay dificultad para encontrar y seleccionar el vocablo adecuado a lo que quiere expresar, especialmente los sustantivos asociados a un objeto. Pese a ello hay un mejor recuerdo de conceptos abstractos, las desinencias verbales y las partículas que dan forma a la oración, como las preposiciones. Se presenta lenguaje con frases inacabadas, pobres en sustantivos, vocablos mal seleccionados, lo que sorprende frente a una buena comprensión auditiva, una buena repetición y una lectura normal, aunque en la escritura si repercute.
Hay dificultad para encontrar y seleccionar el vocablo adecuado a lo que quiere expresar, especialmente los sustantivos asociados a un objeto. Pese a ello hay un mejor recuerdo de conceptos abstractos, las desinencias verbales y las partículas que dan forma a la oración, como las preposiciones. Se presenta lenguaje con frases inacabadas, pobres en sustantivos, vocablos mal seleccionados, lo que sorprende frente a una buena comprensión auditiva, una buena repetición y una lectura normal, aunque en la escritura si repercute.
Afasia transcortical
mixta o síndrome de aislamiento del lenguaje: se origina por lesiones masivas a
nivel fronto – parietal. Implica comprensión muy alterada del lenguaje
espontáneo, tanto oral como escrito, pero se preserva la capacidad de
repetición a menudo ecolálica.
Afasias Subcorticales.
Las
lesiones de la sustancia blanca subcortical originan varios subtipos de afasias
denominadas comúnmente afasias subcorticales. Se caracteriza por
su naturaleza transitoria
y por afectar a las zonas talámicas y cápsulo-putaminales. En primer lugar pasan
por un estado de
mutismo que puede evolucionar hacia una expresión verbal con parafasias,
hipofonía, etc. Y en algunos casos con síntomas neorológicos graves, como la
hemiplejia.
Otras afasias.
Son pocas
las personas cuyos centros de lenguaje no se encuentran ubicados en el
hemisferio izquierdo del cerebro, aproximadamente sólo un 5% de las personas
diestras y un 30% de los zurdos. En ellos la representación de las funciones
del lenguaje se ubica en el hemisferio cerebral derecho; menos frecuentemente
existe una lateralización incompleta. Las alteraciones del lenguaje
en estos individuos se han denominado afasias cruzadas.
Pero la
afectación del lenguaje más grave corresponde a la afasia global.
Afasia Global: resulta del daño masivo
de todos los centros del lenguaje, que determina la anulación prácticamente
total de la expresión y una fuerte reducción de la comprensión verbal. Del
mismo modo la escritura suele quedar casi bloqueada. Por lo que algunos autores
la definen como la "suma de las afasias de Broca y de
Wernicke".
Disartria.
Es un trastorno específico de la articulación del lenguaje y la voz. Las
bases del lenguaje (gramática,
comprensión, etc.) están intactos (García, López, Sánchez y otros, 2004).
Diprosodia.
Es una alteración en la modulación y
ritmo del habla (García, López, Sánchez y otros, 2004).
Las lesiones que afectan a las áreas correspondientes a las del lenguaje
en el hemisferio no dominante, refieren Guyton & Hall (2006), producen:
Aprosodia
sensitiva.
Incapacidad para comprender las cualidades emocionales del lenguaje.
Aprosodia
motora.
Incapacidad para impartir un contenido emocional al lenguaje.
TERAPIAS DEL LENGUAJE.
La terapia del lenguaje tiene que ver con todo lo que se refiere a
comunicación. Esto significa que trata con temas relacionados con lenguaje
(sistema de comunicación), habla (la manera en que cada ser humano utiliza la
lengua nativa para comunicarse), y la voz (palabra o vocablo que espira una
persona para comunicar).
Hay que tener presente que si una persona no emite sonido existen otras
formas de comunicarse. Es ahí donde interviene activamente el terapeuta del
lenguaje para proveer de herramientas y
crear un método conveniente
para que exista interacción.
En el caso de los sordos con su lenguaje de señas, el papel específico del terapeuta del lenguaje no es enseñarle dicho lenguaje signado, sino llevarlo a controlar sus órganos fono articulador para utilizar la voz y desarrollar una lectura labial y dar significado a las palabras para potenciar lo que posean de audición y enlazar una conversación. En el caso de una persona que perdiera su capacidad para mover el cuerpo con facilidad por causa de un derrame o una parálisis cerebral, se le puede adaptar un sistema de comunicación alternativo que basará la expresión de sus ideas y necesidades en la combinación de señalamientos con afirmaciones (un "si") o negaciones (un "no").
En el caso de los sordos con su lenguaje de señas, el papel específico del terapeuta del lenguaje no es enseñarle dicho lenguaje signado, sino llevarlo a controlar sus órganos fono articulador para utilizar la voz y desarrollar una lectura labial y dar significado a las palabras para potenciar lo que posean de audición y enlazar una conversación. En el caso de una persona que perdiera su capacidad para mover el cuerpo con facilidad por causa de un derrame o una parálisis cerebral, se le puede adaptar un sistema de comunicación alternativo que basará la expresión de sus ideas y necesidades en la combinación de señalamientos con afirmaciones (un "si") o negaciones (un "no").
Entonces, el terapeuta del lenguaje buscará maximizar las
capacidades de una persona para comunicarse, dará pautas para cuidados de la
voz en personas con actividades que implican un esfuerzo vocal como predicar,
cantar, hacer locución, impartir clases, entre otros.
Los problemas más frecuentes del lenguaje son:
Dislalias (problemas de articulación).
Disfemias (problemas de tartamudez).
Retrasos del lenguaje.
Disfasias, afasias, apraxias.
Ejercicios de soplo.
Soplar una corneta o silbatos.
Aprovechar el baño para soplar las burbujas del jabón.
Inflar globos.
Hacer bolitas de papel y pedirle que las sople en una superficie plana
como juego.
Ejercicios de labios.
Apretar los labios y aflojarlos sin abrir la boca.
Separar ligeramente y juntar los labios con rapidez.
Sonreír sin abrir la boca y posteriormente reír.
Proyectar los labios hacia la derecha y hacia la izquierda.
Oprimir los labios uno con otro, fuertemente.
Sostener un lápiz con el labio superior a modo de bigote.
Inflar las mejillas y al apretarlas con las manos hacer explosión con
los labios.
Abrir y cerrar la boca como si bostezara.
Ejercicios de lengua.
Sacar la lengua lo máximo posible y volverla dentro de la boca en
movimientos repetidos a distintos ritmos.
Mover lateralmente, la punta de la lengua, al lado izquierdo y derecho.
Sacar la lengua y levantarla lo más posible y luego, bajarla al máximo.
En el interior de la boca, llevar la lengua en todas las direcciones.
Tocar la cara inferior de las mejillas interiores con la punta de la
lengua.
Movimientos giratorios de la lengua, siguiendo toda la superficie de los
labios, primero en un sentido y luego en el contrario.
Movimientos rápidos de salida y entrada de la lengua, vibrando sobre el
labio superior.
Acartuchar la lengua doblando los laterales de la misma.
Sacar y meter la lengua alternadamente, primero con lentitud y luego con
rapidez.
Ejercicios de mandíbula.
Abrir y cerrar la boca.
Hacer como si mascaramos chicle.
Imitar el movimiento de bostezo.
Recomendaciones.
Es importante que el niño realice estos ejercicios de manera divertida,
a manera de juego, la motivación es
la principal aliada para el logro de los objetivos propuestos.
Deben ser lo suficientemente breves para evitar el cansancio del niño/a.
Acudir a un especialista o terapeuta cuando se tenga dudas sobre el
normal desarrollo del
lenguaje del niño, él será la persona más indicada para detectar cualquier
problema o anomalía y orientarnos sobre cuáles son las terapias más
convenientes.
Procesos que
se llevan a cabo en la terapia.
Se debe realizar diversos ejercicios de movilización de órganos que
intervienen en producción del habla, especialmente la lengua, labios y
mandíbula.
El orientador muestra a la persona un dibujo de
la palabra a pronunciar.
El orientador realiza la pronunciación de la palabra.
La persona observa el movimiento labial.
La persona pronuncia la palabra viéndose en un espejo.
El orientador escucha la pronunciación realizada por la persona.
El orientador corrige su pronunciación.
La persona realiza el proceso nuevamente.
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